martes, 29 de junio de 2010

Amor, aquí te espero.

Amor, aquí te espero, estoy aquí... junto a esas amables señoras que me recuerdan cariñosa y constantemente que se me está pasando el arroz al estilo del conejo blanco del país de las maravillas. A mi no me importa demasiado, pero a los que piensan que la vida está marcada por un reloj biológico y sienten ya ir con retraso, los ponen francamente nerviosos.

Delante de mi verás a un montón de personas que sufren “la mirada del seleccionador de recursos humanos” (nota mental: usaré esta expresión recién acuñada cuando escriba libros de texto de la Uned, y será pregunta de examen segura). Ellos rellenan mentalmente una ficha a la velocidad de la luz cada vez que conocen a alguien sopesando la conveniencia de tenerlo como pareja, podrás pasar rápidamente entre los que te descarten, ya que al no servirles para su único fin no perderán el tiempo en hablar siquiera contigo, pero ten cuidado con los que si te consideren como un candidato aceptable ya que intentarán a toda costa reclutarte, te dirán que tienes el perfil ideal para ser su amado. Curiosos estos tipos, pues aunque han convertido el amor en una suerte de ciencia estadística mezclando combinatoria y probabilidad y despojándolo de todo sentimiento (por ser poco científicos estos, digo yo...), no se les puede acusar de no intentarlo, no como los que están detrás de mi, los resentidos.

Los resentidos han decidido no volver a sufrir más. Algunos, lo hacen evitando tener relaciones nuevas, otros las tienen, pero sin entregarse, sin poner todo el corazón. Yo pienso que, si te lo tienen que pisotear, poco va a cambiar las cosas que lo tengas envuelto en cuarenta capas de film transparente, pero allá ellos y sus ridículas precauciones antisufrimiento...

Un poco más lejos alcanzo a ver también a los del departamento de marketing y escaparatismo, puedes pasar entre ellos tranquilamente amor, están tan afanados en procurarse una buena carrocería y un bonito envoltorio para tratar de venderla que seguro que no te reconocen, no eres uno de ellos.

El caso es que aquí hay un montón de gente y como recién llegada que soy al sitio de los que están sin amor, no paran de pedirme que me defina, que me posicione, y la verdad, no tengo ni idea de donde ponerme.
Si, ya se que hay muchos colectivos para elegir, que ya me podría identificar con alguno, pero es que todos ellos tienen un denominador común: el miedo. Todas estas reivindicaciones no son más que miedo en sus distintas variedades, miedo a la soledad, a sufrir, a equivocarse, a malgastar la vida, a crecer, a no cumplir las expectativas que otros tienen puestas en nosotros, al rechazo, a romper las convenciones sociales, a perder la comodidad... podría seguir eternamente porque aquí hay miedos de todos los colores, pero si no te importa, pues yo te espero aquí mismo: donde esté cuando tu llegues...

Igual sería mas fácil para ti encontrarme si te esperara quieta en algún sitio concreto, pero es que ahora mismo no tengo miedos tan fuertes que puedan tomar decisiones por mi... si acaso me siento algo más cercana a los desencantados, pero solo algunos días, ellos están ahí en la barrera, comentando lo mal que esta el patio y ¡razón no les falta! pero solo algunos días porque otros pienso que al fin y al cabo, solo tengo que encontrar un amor y no veinte mil quinientos diecinueve, y es que amor, aunque a veces tenga algunos días de tristeza, ni siquiera tengo miedo a no encontrarte, a que no me encuentres, a vivir sin ti.
A si que, amor, perdoname que no te busque como una loca. Yo voy a ir haciendo mis cosas mientras nos vamos acercando. Se que algún día, tal vez cuando menos lo espere, llegarás. Y si no llegas que te den por el... que sí, que sí, que de verdad de la buena que creo en ti, amor  ;-)


3 comentarios:

  1. Qué bonito, niña!

    Cierto es que el peor enemigo del amor es el miedo, el miedo a que te hagan daño, a miedo a hacerlo, el miedo a perder el amor, el miedo a poseerlo durante largo tiempo o, tal vez, para siempre, miedo al fin y al cabo, miedo a ser feliz y a no serlo...

    Me ha gustado lo de estar en tu sitio y que venga Don Amor cuando quiera.

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  2. Mi querida comadre, gran relato, o mejor dicho grandes verdades. Estoy completamente de acuerdo, una no puede ir buscando al Sr. Amor, y encontrarlo de repente...quizá es porque mucha gente lo busca ¡¡¡y digo yo si ese señor!!! (lo personalizo de esta forma, me resulta más fácil hablar de él, de lo contrario quizá es demasiado etéreo) Pues bien, este señor a veces debe estar hasta los mismos de que lo busquen, de acudir a citas a ciegas, de citas a primera vista, de citas sin remedio, de citas inevitables, de citas porque ya toca.. y de otras citas imposibles. Creo que lo mejor es encontrarle por la puerta de atrás, es decir llegar a él a través de sus allegados, de sus cercanos.. no hay duda hay que llegar a él a través de su amiga la independiente libertad, la cachonda y opiácea felicidad, el sentimiento, y sus colegas las locas emociones, el señor Pasión mucho tendrá que decir también... porque si te dejas llevar por todos ellos y ellas, si realmente estás convencida de que pueden ayudarte, sólo podrán pensar que eres la mejor candidata para presentarte al Sr Amor, a tu Mister Right.. :) Y tu mi querida comadre estás tan cerca de ellos y tan lejos del miedo que en breve el Amor aparecerá, pero tienes que tener cuidado mi niña porque quizá cuando lo pongan delante de ti no lo reconozcas.. pero confía, siente, vive plenamente con el super propósito de ser feliz porque el amor no puede estar NUNCA lejos de eso. Te quiero comadre..

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  3. Esa es la idea comadres, buscar la felicidad y no dejarse llevar por el miedo, todo lo demás vendrá dado por añadidura.

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