Esta noche ha venido a verme el viento.
Todavía no me había dormido aunque ya estaba en la cama cuando he notado como el viento se apoyaba en mi ventana. Caminaba sobre el alféizar de un lado al otro, sus pasos eran sonoros y aunque estaba de espaldas y no he sido capaz de darme la vuelta, sin mirarlo he podido ver su aspecto de diminuto hombre pájaro Con sus dos palmos de altura llamaba la atención el ancho de sus hombros, el plumaje azul oscuro de su cuerpo y sus piernas desproporcionadamente largas.
No ha pronunciado una sola palabra, pero he podido oír como decía: “No se que voy a hacer contigo”.
Solo después de que se hubiera marchado me he dado cuenta de que no era el viento, sino el tiempo.
Es el tiempo el que no sabe que hacer conmigo y ha tomado prestada la forma del viento para venir a decírmelo, para poder mostrarme su semblante serio, pues no parecía enfadado, ni triste, simplemente se ha mostrado serio, tampoco sus palabras pretendían una respuesta, sino tal vez no era mas que una muestra de resignación, ya sabe que estoy dejando de creer en él.
Todavía no me había dormido aunque ya estaba en la cama cuando he notado como el viento se apoyaba en mi ventana. Caminaba sobre el alféizar de un lado al otro, sus pasos eran sonoros y aunque estaba de espaldas y no he sido capaz de darme la vuelta, sin mirarlo he podido ver su aspecto de diminuto hombre pájaro Con sus dos palmos de altura llamaba la atención el ancho de sus hombros, el plumaje azul oscuro de su cuerpo y sus piernas desproporcionadamente largas.
No ha pronunciado una sola palabra, pero he podido oír como decía: “No se que voy a hacer contigo”.
Solo después de que se hubiera marchado me he dado cuenta de que no era el viento, sino el tiempo.
Es el tiempo el que no sabe que hacer conmigo y ha tomado prestada la forma del viento para venir a decírmelo, para poder mostrarme su semblante serio, pues no parecía enfadado, ni triste, simplemente se ha mostrado serio, tampoco sus palabras pretendían una respuesta, sino tal vez no era mas que una muestra de resignación, ya sabe que estoy dejando de creer en él.
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| Imagen: http://javierbellidov.blogspot.com/2009/12/blog-post_955.html |
Bueno, pues tómale la palabra al Tiempo y comienza a creer en él, en que todo llega y todo pasa. Tampoco te estrelles para no perderlo, las cosas suceden en su preciso y justo momento, el Tiempo lo sabe.
ResponderEliminarMe encanta la foto, muy oportuna!!
Besos comadrita :))
Perdita debería seguir escribiendo. Ahora puedes... sin examenes ya, y con todo el tiempo y la naturaleza para ti. Que suerte! Todo el tiempo para ti. Eso es lo único que hay que hacer con el tiempo: tenerlo para ti.
ResponderEliminarAsí será Carmen, ultimamente he escrito más para mi que para los demás, pero tengo ganas de retomar este blog! Pronto habrá novedades!
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